En la ciudad de Tunja se adelanta el estudio de bienes muebles que están en el centro histórico y pueden convertirse en bienes de interés cultural. Para ello se contó con la participación de algunos ciudadanos, según informó Carlos Carreño, contratista y profesional en conservación y restauración de bienes muebles que estuvo en el proceso que contó con el convenio de la secretaría de Cultura y Turismo de la capital boyacense y la Fundación Piedra Alta.
Carreño indicó que la ciudad estaba en mora de hacer el proceso en el que se pretende determinar qué bienes muebles son los que no se han determinado y requieren conservación.
“Se detectaron 88 bienes muebles, entre ellos las casonas y se hallaron algunos ornamentales y utilitarios, referentes de memoria, como el buzón de la Plaza de Bolívar. Estos objetos han pasado como invisibles por años, ante los ojos de algunos habitantes, por lo que se deben recuperar con urgencia”, agregó el profesional.
Posterior a este trabajo se deberá hacer un inventario que profundice cada bien, con sus valores, sistema integral de conservación entre otros, para luego determinar cuáles se restauran y cómo se va a hacer su mantenimiento.
El plan se socializará en los próximos días con las comunidades.