
Luego de realizadas las pruebas a los alimentos, a los niños afectados, al agua y a los manipuladores, se pudo inferir que posiblemente la causa de la infección que se presentó en los niños del municipio de Ventaquemada, ocurrida el pasado 24 de enero, estuvo asociada con el consumo del almuerzo, el día anterior, pero no hay un agente patógeno común que se presente en todas las muestras.
A la fecha se han identificado tres tipos de enterobacterias, posiblemente asociadas a este evento de interés en salud pública, que causan sintomatología relacionada con una enfermedad diarreica aguda y, de acuerdo con la encuesta aplicada a 895 niños se evidenció que, de un total de casi 3 mil estudiantes, que es la población escolar existente en el municipio, 259 habían enfermado, pero solo 123 consultaron al servicio de salud, con síntomas como dolor abdominal: 89.3%, diarrea: 70.7% y vómito: 52.7%.
El Laboratorio Departamental de Salud Pública realizó el análisis microbiológico y de plaguicidas, a muestras de los niños afectados, a muestras del agua para consumo humano de los acueductos del área rural, que surten del servicio a las sedes de la institución educativa afectada y, a muestras de alimentos de riesgo identificados como son: pollo y carne crudos, de acuerdo con el porcentaje definido por el Instituto Nacional de Salud (INS), para el protocolo de Enfermedades Transmitidas por Alimentos y Aguas (ETAs), descartándose una posible intoxicación por plaguicidas.
En muestras biológicas de los niños afectados que fueron analizadas por el Laboratorio Departamental y por los servicios de microbiología de los prestadores que realizaron la atención médica, se aislaron tres tipos de enterobacterias, de las cuales el Instituto Nacional de Salud se encuentra realizando pruebas moleculares complementarias.
Adicional a esto y producto de las actuaciones del personal de Salud Ambiental y Seguridad Alimentaria y Nutricional, se evidenció lo siguiente:
La Secretaría de Salud de Boyacá, como autoridad sanitaria, continuará adelantando las funciones de su competencia en inspección, vigilancia y control de los factores de riesgo del consumo, así como las acciones de asistencia técnica y educación sanitaria dirigidas a los distintos actores que se relacionan con el Programa de Alimentación Escolar, en aras de que se garanticen las condiciones higiénico-sanitarias y de saneamiento básico, para el bienestar de la comunidad en el entorno escolar.